Sacar el máximo partido a nuestro
tiempo es algo que la mayoría perseguimos, sobre todo cuando llegas
al final del día y te das cuenta de que has hecho o terminado en el
día, es decir, nada. Yo estoy resuelta a combatirlo y espero que tú
también porque hoy te propongo un reto: 100 días de productividad.
¿Te atreves?
Antes que nada empecemos por lo básico
para que no se me pierda nadie. Productividad no significa pasarse
veinte horas al día trabajando o estudiando, eso no es ser
productivo, lo contrario, a lo que me refiero yo es a terminar tus
tareas de forma efectiva: con el mínimo esfuerzo (y tiempo) crear el
máximo de resultado.
En más de una ocasión me han dicho
que no soy productiva y que no estoy aprovechando el tiempo porque me
paro a ir a tomar un café en mitad de una práctica o a hablar con
una amiga un momento. De hecho, estas pausas, hacen que me enfoque y
termine de hacer las tareas mucho antes que una persona que ha estado
dando palos de ciego y trabajando sin sentido ni objetivos toda la
mañana.
Pero estos días que te acabo de
comentar eran muy raros cuando no tenía mi Bullet Journal, y aun
así, después de probar mil métodos como Pomodoro o GTD, seguía
siendo más como la persona que da palos de ciego y termina no
haciendo nada, como la mayoría.
Resulta, que me he dado cuenta del
elemento clave: la productividad es un hábito. Hay que practicar y
perseverar hasta que forme parte de tu rutina. Porque ningún método,
por fantástico que sea, te va a funcionar a largo plazo si no haces
el esfuerzo y pones la intención en hacerlo posible.
Por eso quiero lanzarte este reto que
me he lanzado a mí misma: cumplir 100 dias de productividad. Sí,
estás leyendo bien, cien días de nada. ¿Se dice pronto e? No me
propongo tener cien días seguidos de productividad, eso no sería
realista, en cambio, con esta colección conseguiremos crearnos este
hábito.
Para poder tachar cada uno de estos
números, no va a valer solo tu opinión sobre si el día ha sido
productivo o no, sino como siempre hago en todos mis posts, te voy a
dar acciones concretas y listas para implementar. Si un día has
cumplido con todas las claves que te voy a dar ahora, entonces sí,
has completado un día sin malgastar tiempo y siendo más efectiva.
El objetivo de todo esto es poder tener
la libertad de escoger en qué vas a invertir tus horas y ver
resultados más claramente. Cuando ya tienes unos objetivos a largo
plazo, por ejemplo, los que os enseñé a hacer en año nuevo, lo
único que te falta es la acción, poner en marcha lo planeado vaya.
Si ya tienes hecho el paso de coger papel y boli y apuntar tus
objetivos, lo que quieres conseguir, ya tienes medio camino hecho
porque la productividad empieza por tener claro que tienes que hacer
y una lista de puntos concretos en los que concentrarte.
La concentración es un punto
importantísimo, la primera de las claves para poder terminar lo que
estás haciendo en el mínimo tiempo posible; cuando te enfocas en tu
tarea hasta terminarla gastas mucha menos energía que cuando estás
distraída o descentrada. Normalmente una persona tarda entre 15 y 20
minutos en estar totalmente concentrada, imagínate que cada dos por
tres respondes un watsapp, ves un video de gatitos y te levantas a
saquear la cocina; volver a concentrarte en lo que estabas haciendo
te llevará otros veinte minutos y más energía mental.
Antes de tachar un día de nuestro reto, tendremos que cumplir los siguientes cuatro puntos.
Lista de tareas
Ten
claro las cosas que vas a hacer durante el día y apuntalas en tu
Bullet Journal, imagínate cómo será tu día y las tareas que
cumplirás. Acuérdate de ser realista y no escribir veinte tareas
que estás segura que no vas a cumplir. Calcula en tiempo que
tardarás en completarlas, de esta manera, podrás visualizar los
pasos que darás para no quedarte en blanco ni perder el tiempo
pensando en lo que tienes que hacer y dando vueltas de un lado para
otro en vez de optimizar. Por ejemplo si no has planeado el día, vas
al trabajo, luego a la compra, vuelves a casa otra vez, y después
pasas a ver a tu tía. Si tu tía vive justo al lado de tu trabajo,
habiéndolo planeado bien podrías salir del trabajo, ver a tu tía y
hacer la compra sin dar mil vueltas por toda la ciudad.
Prioriza
Establece el objetivo del día. La
primera tarea que vas a tener que hacer va a ser la más “hueso”,
la que menos te gusta o la que requiere más concentración y esto
tiene una razón. Es por la mañana cuando más energía tienes,
cuando te tomas el café y te pones en modo on. No
vas hacer la tarea que requiere más de ti casi cuando ya has
terminado con todo lo demás, porque a parte de la pereza que te va a
entrar, estás mucho más cansada y te aseguro que te va a salir
mucho peor. Por ejemplo si tienes una reunión, cuando la pondrías
¿por la mañana, en cuanto te pones en marcha o por la tarde, cuando
lo único que quieres es irte a casa?
Evita interrupciones
Evitar la tentación de oír sonar tu
móvil o contestar a un e-mail puede ser algo casi imposible pero eso
es exactamente lo que te hace perder el foco y el tiempo. Pon el
móvil en silencio o en modo avión y asigna una hora concreta en la
que mirar al móvil.
Yo no
miro mi correo hasta el mediodía porque con solo mirar todos los
e-mails que tengo que contestar me agobio un montón. Establece por
ejemplo media hora por la mañana, una hora al mediodía y otro
ratito por la tarde de mirar al móvil, no más de cuatro veces al
día. Como te he dicho antes, y lo recalco, en horas concretas.
Descansa
Haz
parones para no quemarte. No tienen que durar toda la vida, porque si
no acabaras haciendo justo lo que quieres evitar, en cambio si lo que
necesitas es estar concentrada y mantener la intensidad, la mente
debe descansar; una mente descansada procesa mejor las ideas y
funciona mucho más rápido. Para no saturarte, puedes hacer
descansos de vez en cuando, estirar las piernas... lo que a mí más
me funciona es meditar. Despejo mi mente, pongo una alarma para que
suene en 5 minutos y después me siento mucho más enfocada.
Si nunca
has meditado o eres demasiado nerviosa, cuenta tus respiraciones, te
ayudará a no pensar en otras cosas que no sean el presente para
poder darte un descanso y apartar las tareas a un lado por unos
minutos.
Wow! es justo lo que necesitaba... motivación y es que estoy en una etapa de la universidad en donde me quiero rendir, pero al ver este tipo de entradas y este hermoso blog me puede ayudar bastante; gracias por compartir está información :)
ResponderEliminar¡Genial! Me alegra que te pueda ayudar, yo también estoy en la universidad, te entiendo perfectamente 😛
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